#191 - No soy un robot

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¿Cuántos CAPTCHA has rellenado ya para demostrar a internet que no eres un maldito robot?

Pues bien, esta prueba no es más un Test de Turing que usan los servidores para evitar el tráfico de bots.

Dicho Test, propuesto por Alan Turing en 1950, es una prueba para evaluar si una máquina puede tener un comportamiento similar al de un ser humano.

Si una persona no es capaz de diferenciar si habla con un humano o una máquina, ésta última habrá pasado el test.

A día de hoy, ya hay varios modelos que han superado esta prueba, pero lo realmente interesante es que sean capaces de pasarlo en TODOS los ámbitos.

Pero de esto hablaremos en otro email. Las famosas AGI y ASI.

Sigo.

Volviendo al dichoso CAPTCHA, son la iniciales de “Test automático y público para diferenciar humanos de ordenadores”, pero en inglés.

Se ponen en muchísimas webs para evitar el tráfico de robots.

Sí sí, la famosa imagen donde tienes que seleccionar semáforos.

Si eres humano, entras. Si eres robot, a tu casa.

Con el paso de los años, las máquinas se han ido perfeccionando, consiguiendo vencer estas barreras.

Esto ha hecho que algunos CAPTCHAS a día de hoy sean complicados incluso para los humanos.

Pero hay uno realmente especial. Uno muy común a día de hoy. Uno muy eficaz.

Ignacio, ¿Cómo coño es posible que una máquina no sea capaz de marcar esa casilla?

Pues no puede. O si lo hace, tarda mucho.

¿Por qué?

Las máquinas no son capaces de acercarse a ese botón de la manera que lo haría un humano.

Una personita hará un movimiento de ratón que mezcla curvas, acelerones y frenazos, que denotan un movimiento armónico para marcar el botón.

Una máquina tiene que hacer muchísimos cálculos para hacer la aproximación. Y claro, la pillan.

La última frontera que nos separa a los humanos de las máquinas, es nuestra mano.

Fascinante.

Cómo lo es YAMATO ayudando a las empresas a implementar estos robots (aka IA) en sus negocios para hacer cositas chulas. Y productivas. Y, y, y…

Y nos leemos el lunes.