Pulso Diario #114 – Miguel Ángel

A las buenas.

El contrato de Miguel Ángel para pintar la Capilla Sixtina es uno de los eventos más famosos en la historia del arte.

El contrato inicial estipulaba que Miguel Ángel debía pintar los doce apóstoles en las pechinas y algunas decoraciones adicionales.

Miguel Ángel no era pintor, sino escultor, lo que le hizo perder un poco el interés en los inicios.

Hubo mucha rivalidad con otros artistas, particularmente con Rafael, que ya estaba trabajando en el Vaticano.

Le costó varios dolores físicos debido a como tuvo que pintar boca arriba encima de andamios.

A lo largo del proyecto, Miguel Ángel tuvo varios conflictos con el Papa Julio II.

Miguel Ángel era conocido por su perfeccionismo y su dedicación a la calidad. A menudo rehacía partes de la obra que no le satisfacían. Esto no solo retrasaba el trabajo, sino que también aumentaba la presión sobre él. A pesar de los desafíos, la obra se considera una de las mayores hazañas artísticas de todos los tiempos.

Miguel Ángel incluyó varias figuras desnudas. Algo que tocó especialmente la zona escrotal del Papa.

Aprendizajes

En ocasiones contratar a la gente más top para tu empresa o negocio puede ser algo contraproducente.

Gente especialmente brillante o inteligente puede estar asociado a comportamientos narcisistas, ausencia de colaboración o menosprecio al resto de integrantes.

Es preferible en muchas ocasiones contar con perfiles menos destacados pero que se integren más con la cultura de empresa, el equipo o las políticas de la compañía.

Está claro que el ejemplo de Miguel Ángel es un caso atípico, pues es considerado uno de los seres humanos más magníficos de la historia.

De hecho, si no se te encoge el alma al ver la Capilla Sixtina seguramente es porque seas una IA.

Pero claro, esta excelencia va de la mano con retrasos, aumentos desmesurados de presupuesto y trifulcas.

De nada sirve tener al mejor en un campo si la persona trabaja en solitario, no comparte información o trata de impartir su cátedra frente al resto.

Aunque no siempre pasa, en Yamato además de ser unos compañeros excepcionales, somos excelentes

No, ya no me quedan abuelas.

Si te ha gustado el email de hoy, me ayudas infinito si lo compartes entre tus seres amados.

Nos leemos mañana.

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