Museos con cancelación de ruido

Pulso Diario #422

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Llevo varias semanas haciendo mentorías de marketing y comunicación a startups del mundo aeroespacial.

No sólo lo hago porque me encanta ( y pagan), si no también porque se aprende muchísimo de ellas.

Y esta mañana he aprendido algo super curioso de unos chicos que se dedican al mundo de los drones.

¿Te ha pasado alguna vez que en un museo cuando miras un cuadro parece que el sonido del resto de la sala desaparece?

Sí, exacto, como si el cuadro tuviese “cancelación de ruido” al más puro estilo Airpods Pro.

Pues pasa por algo muy curioso.

Los cuadros son "esponjas" sonoras

Muchos cuadros están pintados sobre lienzo (tela) y montados en bastidores de madera.

Tanto los materiales, como la cámara de airea entre la tela y la pared y la propia madera del marco, rompen las ondas sonoras.

Tu mente te la juega (otra vez)

Cuando miras una obra de arte con intensidad, tu cerebro activa lo que se conoce como atención selectiva.

Para ahorrar energía y concentrarse, el cerebro "baja el volumen" de los estímulos auditivos secundarios (el murmullo de la gente, los pasos, el aire acondicionado).

La arquitectura

Los museos modernos están diseñados específicamente para gestionar el sonido.

Paneles acústicos ocultos y suelos y techos altos con formas irregulares con determinados materiales que "atrapan" el ruido.

El condicionamiento social

Existe un contrato social implícito en los museos.

Al entrar, bajamos la voz y caminamos más despacio. Este comportamiento colectivo reduce drásticamente los decibelios del lugar, lo que refuerza la sensación de que el cuadro "manda callar" al entorno.

Aunque siempre está el típico imbécil que tiene el sonido del teclado de su móvil. Los tontos no te los acabas, ya lo sabes.

Y si estás enfermito, como es mi caso, te pones los Airpods dentro del museo y ya parece que estás en un bar de Plutón.

Nos leemos mañana.