Matrix nos enseñó tanto

Pulso Diario #404

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“Tu aspecto actual es lo que llamamos una auto-imagen residual. Es la proyección mental de tu yo digital.”

Esto le decía Morfeo a Neo en la pantalla de carga para explicarle quién coño era dentro de Matrix.

(Una película realmente interesante de ver a día de hoy con lo que está pasando).

Sigo.

Pues ahora resulta que una investigación reciente (Billion Dollar Boy), el 76% de los consumidores confía ya en las recomendaciones de productos de influencers virtuales. Y el 68% confía en ellos para tomar decisiones de compra.

Lo que no funciona tan bien son los gemelos digitales (clones digitales de personas reales), pues el 57% desconfía de estos creadores virtuales porque no son auténticos.

Las máquinas ya están siendo competencia directa de los influencers con piel.

De hecho, Mathew McConaughey se acaba de clonar recientemente la voz para expandir su canal de YouTube por la comunidad hispana.

Esto está creciendo como la espuma en China, dónde los influencers virtuales están ganando mucha popularidad.

¿Las marcas? Encantadas. Control total. Disponibilidad 24/7. No cagan.

Pero carecen de matices emocionales, autenticidad y requieren equipos creativos para mantener historias creíbles y atractivas.

Que un antisocial como yo esté suplicando hacer más humanas las marcas o que dejemos el móvil para hablar con personas, me tiene preocupado. Muy preocupado.

Nos leemos mañana.