#252 - Mi carril siempre es el lento

Pero es tu cerebro el que te está engañando.

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¿Cuántas veces te has cambiado de fila en el aeropuerto pensando que la tuya es la más lenta?

Yo primero. Muchas. Demasiadas.

Los sesgos cognitivos están detrás, y créeme, no siempre la tuya es la más lenta.

Se pueden aplicar hasta 4 sesgos en este caso:

Sesgo de confirmación y atención selectiva: Tendemos a recordar y prestar más atención a las veces en que la fila en la que estamos avanza con lentitud, mientras que olvidamos o minimizamos las ocasiones en que, en realidad, nuestra fila es igual o incluso más rápida.

Percepción subjetiva del tiempo: Cuando esperamos, la insatisfacción hace que el tiempo parezca pasar más despacio. En cambio, al mirar otros carriles, solemos notar cualquier movimiento aparente de forma exagerada y, si avanzan un poco, sentimos que van más rápido de lo que realmente van.

Sesgo de disponibilidad: Nuestro cerebro tiende a recordar con facilidad aquellas situaciones en las que cambiamos de fila o carril y poco después la fila original se movió más rápido.

Comparación constante: A menudo observamos el progreso de quienes están a nuestro alrededor y, si alguien avanza más rápido, lo notamos enseguida; en cambio, no solemos reparar de igual manera en los casos en que los demás también se quedan estancados o avanzan al mismo ritmo que nosotros.

Cambiarte de fila para pedir una hamburguesa te cuesta muy poco, entonces, ¿por qué te cuesta tanto cambiar de proveedor para que tu marketing empiece a no ser tan lento?

Efectivamente, vente a la fila YAMATO.

Nos leemos el lunes.