#158 - Patuchas

No todo es bueno cuando se consigue el éxito.

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Hoy vengo con una historia algo triste pero muy reveladora.

Si te digo Juan Antonio Canta o Patuchas quizás no te suene de nada.

A lo mejor si te hablo de “La Danza de los 40 Limones” te suena algo más si eres boomer o millennial.

¿Nada?

Juan Antonio Canta fue un cantautor y humorista español.

La fama tuvo un impacto devastador en su vida.

En 1996 la canción “La Danza de los 40 Limones”, un tema alegre y pegadizo, fue un éxito inesperado en España. Hoy en día diríamos que se hizo viral.

La canción se caracterizaba por su absurdez, letra simple y por los alucinógenos que el señor tuvo que tomar para sacar esto.

La popularidad vino acompañada de una atención mediática que no le favoreció en absoluto.

El público y los medios lo etiquetaron principalmente como un humorista o un cantante de canciones cómicas, lo cual no reflejaba su obra.

Esto creó en él una sensación de frustración extrema.

La fama fue una carga.

La presión mediática y la lucha interna por ser reconocido como un artista más serio y complejo impactaron en su salud mental.

No estaba preparado para el éxito comercial, lo que lo llevó a una profunda depresión.

El 14 de diciembre de 1996, a los 30 años, se quitó la vida.

Una triste historia que nos demuestra que no todo lo que a priori es bueno para muchos, lo debe ser innecesariamente para todos.

El “éxito” es muy personal para cada persona y, lo que puede ser muy bueno para uno, puede ser catastrófico para otros.

Y que decir de la salud mental. No le damos la importancia que se merece (hablo por experiencia), y es tanto o más importante que la física.

Nos leemos el lunes.